"Oda a la Razón”
Oh, Razón sublime, luz divina,
Que iluminas las sombras del mortal,
Tu sabiduría, pura y cristalina,
Nos guía por sendero celestial.
En tus brazos, el caos se disipa,
El orden reina, la virtud florece,
La ignorancia, cual niebla, se disipa,
Y el conocimiento en el alma crece.
Moderación, tu fiel acompañante,
Nos enseña a vivir con rectitud,
En equilibrio firme y constante,
Forjando el carácter y la actitud.
Que tu luz, oh Razón, siempre nos guíe,
En este mundo de incertidumbre,
Y que tu fuerza jamás nos desvíe
Del camino hacia la más alta cumbre.
Este poema incorpora varios elementos típicos del neoclasicismo:
1. Tema: Se centra en la razón, considerada una virtud fundamental durante la Ilustración.
2. Estructura: Utiliza cuartetos (estrofas de cuatro versos) con rima consonante ABAB.
3. Lenguaje: Emplea un tono formal y elevado, con referencias a conceptos abstractos.
4. Valores: Exalta virtudes como la moderación, el orden y el conocimiento.
5. Inspiración clásica: La personificación de la Razón como una entidad divina recuerda a las invocaciones a las musas en la poesía clásica.
