Memorias de un Exilio
Camino por senderos extraños,
calles que no reconozco,
muros que ocultan mi pasado.
Este no es el hogar que añoro.
Aún resuena en mis oídos
el bullicio de mi ciudad natal,
los gritos de los vendedores,
las voces de mis seres queridos.
Pero ahora sólo hay silencio,
un vacío que me consume.
Añoro el calor de mis raíces,
la seguridad de lo conocido.
En esta tierra extranjera,
mi corazón se siente perdido.
Busco desesperadamente
los rastros de mi hogar perdido.
Cada día es una lucha,
un duelo entre lo que fue
y esta realidad incierta
que me obliga a empezar de nuevo.
Sé que debo seguir adelante,
adaptarme a este nuevo mundo.
Pero en mi alma aún resuena
la voz de mi patria, profunda.
Quizás algún día vuelva a casa,
o quizás deba aprender a crear
un nuevo hogar en este exilio,
donde mi esencia pueda habitar.
