Salve, oh Materia, fuente de la vida,
Principio y fin de todo lo existente,
Tú que das forma a la creación florida,
Y eres la esencia de este mundo inclemente.
Tú eres la base de la realidad,
La sustancia primera, la razón de ser,
El lienzo en blanco de la divinidad,
Donde Dios plasma su grandioso querer.
Tú eres la roca, la montaña imponente,
Tú eres la lluvia, el océano y el río,
Tú eres la flor, la hierba y la simiente,
Tú eres la esencia de este mundo mío.
Tú eres la carne, la sangre y los huesos,
Tú eres la energía que mueve al universo,
Tú eres la fuerza que sostiene esos besos,
Tú eres el círculo, el todo y lo diverso.
Salve, oh Materia, sustancia infinita,
Madre primigenia, fuente de creación,
Ante tu grandeza, el alma se excita,
Y se postra humilde en reverente oración.
Tú eres la raíz, el cimiento y la base,
Sobre ti se erige toda la existencia,
Tú eres la eterna, la que todo abraza,
Salve, oh Materia, fuente de la esencia.