Oh, Machu Picchu, mayestuosidad,
Tesoro ancestral, orgullo y prez;
En los Andes te yergues con audaz
Grandeza y misterio sin igual, ni vez.
Tus ruinas cuentan historias de antaño,
De un pueblo que aquí vivió y creó;
Sus templos y terrazas, un regaño
Del tiempo, que su paso aquí selló.
Las nubes te abrazan cual festivas
Doncellas, besando tu faz tierna;
Y el sol dora tus cumbres altivas,
Inspirando a poetas y modernos.
Tus muros guardan secretos milenarios,
Testigos del pasado y el presente;
Templo sagrado, faro extraordinario,
Que habla de grandeza, eterna y ferviente.
Oh, Machu Picchu, joya del Perú,
Patrimonio de la humanidad entera;
Tu belleza nos inspira, nos imbuye,
De orgullo, asombro y fe sincera.