Labios rojos, carnosos y tentadores,
Que con su dulce sonrisa engañan,
Lanzan palabras halagadoras,
Pero esconden mentiras que desangran.
Juicios ganados, gracias a su astucia,
Palabras vacías, que ocultan la verdad,
Son expertos en el arte de la seducción,
Pero dejan corazones rotos a su paso, con crueldad.
Sus labios mienten, traicionan y seducen,
Sacan de quicio, confunden y trastornan,
Son armas letales, que causan heridas profundas,
Dejando cicatrices que nunca se tornan.
Oh, labios engañosos, que tanto daño han hecho,
Vuestras palabras falsas, han robado sueños,
Han roto ilusiones, han destruido vidas,
Sois el veneno que envenena los corazones buenos.