Lluvia
Cae la lluvia en el tejado,
como un manto de cristal,
es un canto celestial,
que en la noche ha despertado.
El suelo queda mojado,
y la tierra agradecida,
recibe el agua y la vida,
que la lluvia va dejando,
y los sueños van brotando,
con su fragancia encendida.
Con su fragancia encendida,
la tierra empieza a brillar,
los ríos vuelven a andar,
y la flor renace erguida.
Cada gota es bienvenida,
como un beso del cielo,
que en su descenso sin duelo,
va pintando mil colores,
y en los campos los olores,
se mezclan con el anhelo.
Se mezclan con el anhelo,
las risas de los niños,
que en charcos hacen guiños,
y en el agua encuentran vuelo.
El arcoíris, terciopelo,
se dibuja en el horizonte,
y tras la lluvia, el monte,
resplandece con su verde,
la esperanza .
Es un sueño entrelazado,
que la lluvia nos recuerda,
cada gota es una cuerda,
de un tejido delicado.
El presente es atesorado,
en el ritmo del aguacero,
un susurro verdadero,
que nos habla de unidad,
y en su paso, la verdad,
se revela sin sendero.
