Las Muxes
En Juchitán florecen libres,
entre bordados y danzas viejas,
hijas del viento y de la luna,
alma de rosas en piel morena.
Son río que nunca se quiebra,
fuente de orgullo en su andar,
tejen su historia con hilos de oro,
con manos fuertes de amar.
Muxes de mil corazones,
raíces firmes en el maíz,
cantan con voces de siglos
la verdad que no tiene fin.
Son pétalos y espinas suaves,
fuego que nunca se apaga,
visten su ser con mil colores,
y en su alma la tierra les habla.
No hay sombra que las detenga,
ni murmullo que las hiera,
muxes de historia sagrada,
florecen donde quieran.
Las muxes son una identidad de género reconocida en la cultura zapoteca del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, México. Se trata de personas asignadas como hombres al nacer pero que adoptan roles de género tradicionalmente femeninos en su comunidad. Las muxes pueden expresar su identidad de distintas maneras, algunas adoptan vestimenta y comportamientos femeninos, mientras que otras mezclan elementos de ambos géneros.
A diferencia de otras culturas donde las identidades de género no binarias o fluidas pueden ser objeto de discriminación, en muchas comunidades zapotecas las muxes son aceptadas y valoradas. Se les reconoce por su papel en la familia, la economía, el arte y las tradiciones, y a menudo desempeñan funciones importantes como comerciantes, bordadoras, cocineras, y organizadoras de festividades.
El reconocimiento y respeto hacia las muxes en la sociedad zapoteca reflejan una cosmovisión indígena que entiende el género de manera más flexible que las concepciones occidentales binarias. Cada año, en Juchitán de Zaragoza, se celebra una festividad llamada “La Vela de las Auténticas Intrépidas Buscadoras del Peligro,” un evento que celebra su identidad y resistencia.
