La poesía, mi primer amor Literario
Sí, puedo decir que la poesía
fue mi primer amor literario.
Llegó como un susurro,
como un río secreto
que conocía el lenguaje
de mi alma.
Pero a veces,
en su grandeza indomable,
me sentí pequeña,
indigna de tutearla,
como si sus versos fueran
un cielo demasiado alto
para mis alas.
Entonces, la llamé “mi duende”,
mi guía invisible,
mi chispa inasible.
Porque aunque no me sentía
digna de nombrarla,
ella siempre estuvo allí,
jugando entre mis manos,
tejiendo mis sueños
en un papel eterno.
La poesía fue y es
mi primer amor,
mi duende fiel,
mi voz cuando el mundo
se queda sin palabras.