En la penumbra el aire se detiene,
un hilo claro cruza lo callado,
resuena el eco, leve y demorado,
como el susurro que nunca se contiene.
La sombra juega, tímida, en la pared,
y entre sus pliegues nace un universo,
un sueño inmenso, claro y tan diverso,
que el alma calla al borde de su sed.
¿Será la vida un golpe que respira?
¿Será la forma pura lo que inspira?