Lleva el amor su cruz hecha de ausencia,
y el odio crece al ritmo del olvido,
en cada herida duerme la impaciencia.
El aire, cargado de pena y reproche,
arrastra palabras de amor perdido,
como estrella rota en la fría noche.
Donde hubo fuego hoy queda ceniza,
la esperanza en sombras yace escondida,
y el alma se enreda en lo que agoniza.