En un rincón del mundo,
donde la rutina es ley,
se asienta la clase media,
entre sueños y cafés.
Con su hogar de ladrillos,
y una tele en el salón,
navega en la corriente
de la vida y la razón.
Suenan risas en la mesa,
cálido abrazo al volver,
pero el miedo acecha suave,
a veces es difícil creer.
Se esfuerzan por avanzar,
en un mundo tan voraz,
donde la lucha diaria
es el precio de la paz.
Sin lujos ni excesos,
construyen su verdad,
son héroes anónimos
en la lucha por soñar.