Oh Juncal, flor dorada de Sevilla,
Arraigada en su suelo con destreza,
Ahora floreces en Dubai, en la brisa,
Un relato de hermosura y grandeza.
En las arenas doradas del desierto,
Tu fulgor resplandece con esplendor,
Donde los camellos pisan con acierto,
Juncal, iluminas Dubai con tu amor.
Tus pétalos, gotas de oro a la luz,
En un paisaje donde las historias se entrelazan,
Símbolo de fuerza, gracia y virtud,
Floreciendo en un sitio que te abraza.
El espíritu de Sevilla aún perdura,
Mientras bailas con el viento en tu danzar,
Un puente entre dos mundos, con ternura,
Juncal, eres un avatar cultural sin par.
Que tus raíces crezcan hondas y fuertes,
Que tu espíritu vuele alto y se eleve,
Juncal, flor dorada, que siempre habrá viertes,
En Dubai, donde tu belleza se desenvuelve.