Cada día en la rutina, el trabajo y el hogar, son un viaje singular con su risa y su neblina. La mañana se avecina

Respira el aire como si fuera la primera vez. Siente el viento en tus dedos

Pobre, mas no vencido, Soporta el peso de la cruz. Solitario, mas no abatido, Encuentra en Dios su única luz. Camina sin rumbo fijo,

En la sombra del cielo, donde el s… las palmeras susurran secretos al… y el mar, espejo de sueños y anhel… acaricia la orilla con su canto le… Oh, tierra de mis amores, de ríos…

Conchita, musa fiel que guardas en… las cenizas de mi espíritu siempre… Tú eres quien mejor supo comprende… mi anhelo de belleza, mi afán por… Juntos crecimos bajo el cielo de…

Mis creencias no son nada, solo un velo que oculta mi verdad. Te quiero desde el alma, donde reside mi más pura humanidad… Más allá de dogmas y doctrina,

En el eco de las salas vacías, donde el poder se viste de palabra… se oyen promesas, dulces melodías, que se pierden en mares de balas. La retórica danza, juega y se enre…

En la enramada aquella, Donde el ruiseñor cantaba, Triste quedó, su voz sella, Cuando ella se marchaba. Hojas verdes y flores,

En el silbido del viento, donde las sombras danzan, las hojas cuentan secretos, cantares de la mañana. El río, espejo de estrellas,

Ojos de aceituna, tez morena, la monja gitana cruza la alameda. Bajo el hábito negro,

En la orilla susurra el viento, secretos del mar en su vaivén, bajo el cielo azul, un lamento, de olas que cuentan lo que fue. Las profundidades guardan sombras,

En la sombra del alma, donde el silencio abriga, una voz susurra, como un río que no olvida. Las manos extendidas,

En las sombras de la noche, un ave… El Cuervo Templario, su vuelo seg… Sus ojos brillan como el fuego, Un guardián de secretos, un presag… Sus alas negras como el azabache,

En la senda de la ética firme y cl… Resuena el eco del deber con fuerz… Kant nos guía con su voz sin tregu… El imperativo categórico a impleme… Actúa con reverencia, sin doblez n…