Loading...
Ellen Mary Cassatt, by Mary Cassatt
ElidethAbreu

Eterna Dama

 
 
Aunque la distancia nos separe, ella jamás me olvida,
pues en cada espejo de mi alma su reflejo brilla.
Sé que el destino nos pide despedidas,
pero nunca olvidarla, porque soy su semilla.
 
No soy el hijo perfecto, pero soy su legado,
quizá me equivoque, pero en su amor soy amado.
A veces mis palabras hieren sin pensarlo,
y aun así, con ternura, ella me ha perdonado.
 
Muchas son las mujeres que cruzan mi sendero,
pero solo una habita mi corazón entero.
No hay sol que la opaque ni estrellas que la superen,
con sus brazos de cuna, mi vida sostienen.
 
Sus imperfecciones la vuelven más hermosa,
porque en cada una dejó su esencia gloriosa.
Desde que fui niño, con amor me ha guiado,
y aunque pase el tiempo, jamás me ha dejado.
 
Más comprendo su amor con cada día que pasa,
como el fuego perenne que nunca se apaga.
Ella me enseñó que el amor es eterno,
un lazo tejido con cariño materno.
 
Algún día seré quien cuide sus pasos,
como ella cuidó cada uno de los míos.
Todo lo que soy, todo lo que abrazo,
lleva su nombre, su fe y su brío.
 
Tal vez mis palabras sean solo un susurro al viento,
pues ella ya sabe lo que en mi pecho siento.
Pero si este poema no basta para expresarlo,
que baste mi vida entera para demostrarlo.

Liked or faved by...
Other works by ElidethAbreu...



Top