La palabra grandiflora
De pétalos que laten en la brisa,
la palabra nace, radiante y plena,
se yergue entre los labios, serena,
y su fulgor al mundo sensibiliza.
Grandiflora es su nombre, su sonrisa,
un eco de la vida que resuena.
Es canto y raíz, savia que encadena
la luz al corazón que la precisa.
Florece en el silencio de un suspiro,
y al brotar, se transforma en la campana
que anuncia al alma un nuevo respiro.
Es verbo, es flor, es llama soberana,
que en cada voz construye su retiro
y al crecer, al universo hermana.
