El idioma del Amor
Si cada ladrillo hablara,
contaría del alba y el polvo,
de manos morenas que alzaron los muros,
del canto escondido en la cal y el escombro.
Si cada puente hablara,
diría los nombres que cruzan sus sombras,
los pasos callados, los sueños a cuestas,
las voces que el viento jamás desenreda.
Si hablaran los parques, las plantas, las flores,
contarían historias de risas al viento,
de juegos, caricias, susurros furtivos,
del beso olvidado en un banco desierto.
Si cada trozo de pavimento hablara,
sería un poema de huellas y luchas,
de andares cansados, de danzas ocultas,
de ecos que el tiempo no borra ni arruga.
Si las torres, los techos,
los aires acondicionados hablaran,
dirían palabras de hogar y de espera,
del niño que sueña tras cada ventana.
Si hablaran las iglesias, los aeropuertos, las fábricas,
sería un murmullo de rezos y viajes,
de obreros que forjan con manos de fuego
el pan y el destino de un pueblo incansable.
Si cada surco de este país hablara,
sería un susurro de tierra y de historia,
de siglos de savia que aún nos nombra,
de un idioma eterno que nunca se borra.
Hablarían en Español.
