**El Acto De Fe**
El acto de fe requiere compromiso total,
es la piedra angular de aquel que no se somete, que no se deja llevar por lo banal.
La fe verdadera trasciende lo superficial y lo fácil,
exige entrega plena, sin importar lo que el mundo diga o juzgue.
Ser fiel a nuestras creencias y convicciones,
es mantenernos firmes en medio de las adversidades y contradicciones.
No es conformarse o ser sumiso ante lo establecido,
sino tener convicción y valentía para vivir según lo que se ha elegido.
La fe nos impulsa a seguir adelante, aunque el camino sea difícil,
nos anima a superar obstáculos, a ser resilientes y resilientes.
Es un compromiso con algo más grande que nosotros mismos,
una conexión profunda con lo divino, sin importar los desafíos.
No es una fe ciega ni ingenua, sino una convicción arraigada,
que nos motiva a actuar en coherencia con nuestras creencias, sin dar marcha atrás.
El compromiso con nuestra fe nos guía en cada paso que damos,
nos da fuerza para enfrentar las pruebas y los cambios que encontramos.
Mantengamos nuestra fe en alto, con determinación,
y no permitamos que la duda o la complacencia nos dominen en la ocasión.
El compromiso con nuestra fe nos hace fuertes y resistentes,
nos impulsa a vivir una vida de propósito y a ser verdaderamente conscientes.
