He aquí la Palabra, estrella que brilla,
canta en el viento su tono callado;
es eco sagrado que al alma semilla,
un río de luz en un cielo estrellado.
Brota del silencio cual flor del rocío,
bordando los días de calma infinita;
es llama que danza en el aire frío,
la voz que transforma lo que resucita.
He aquí su misterio, dorada armonía,
un lazo que enlaza lo eterno y lo breve;
es puente que cruza la noche sombría,
un himno que al hombre lo alienta y lo mueve.
Palabra serena, raíz del sentido,
el alba que nace, el faro que guía;
su canto renueva lo que está perdido,
y abre caminos hacia la poesía.