Esculpido en mármol, Adonis moderno,
Tus curvas varoniles me cautivan,
Hombros anchos que mi pasión avivan,
Y torso que parece un don eterno.
Tu espalda es un camino hacia lo tierno,
Músculos que se tensan y se activan,
Caderas firmes que el deseo motivan,
Y glúteos que son fruto prohibido y bueno.
Tus brazos son columnas de firmeza,
Que abrazan con vigor y con dulzura,
Tu cuello, pedestal de tu cabeza.
Tus piernas, cual pilares de hermosura,
Sostienen el templo de tu belleza,
Donde anhelo adorar con mi ternura.