Círculo de sombras
Es el odio que el odio genera,
como un eco que nunca se apaga,
una herida que siempre se espera,
y en la noche su sombra se alarga.
Es la chispa que incendia la ira,
es la brasa que nunca se enfría,
una espina clavada en el alma,
una herida que nunca se olvida.
Es el grito que nace en la pena,
el rencor que carcome la piel,
es la furia que crece en cadena,
y nos deja vacíos de bien.
Más el odio, en su amarga condena,
se consume en su propio veneno,
como el río que rompe su seno,
como el fuego que arde sin freno.
Si el amor es la llave perdida,
si el perdón es la senda dormida,
quebrantar este ciclo de espinas
es la única salida en la vida.
