En la noche, el silencio resonó
Mientras la luna en lo alto brilló
El bosque oscuro pareció temblar
Un búho en la rama se posó
El viento entre las hojas susurró
Y el río en la distancia murmuró
La sombra en el claro se extendió
Un lobo solitario aulló
Las estrellas empezaron a bailar
La tierra bajo mis pies vibró
Un árbol antiguo se doblegó
Y el tiempo pareció deambular
El alba en el horizonte asomó
La oscuridad lentamente menguó
Los pájaros comenzaron a cantar
Un nuevo día se inauguró
La naturaleza se despertó
Y el sol empezó a iluminar
La vida en el bosque floreció
Cada criatura se animó
Las flores se pusieron a brotar
El cielo de azul se pintó
Una mariposa revoloteó
Y el mundo empezó a prosperar
Pero el ciclo pronto se cerró
La tarde lentamente cayó
Las sombras volvieron a alargar
El crepúsculo se aproximó
El día poco a poco se apagó
Y la noche volvió a reinar
En este eterno vaivén vivió
El bosque que nunca descansó
Siempre listo para comenzar
El ciclo que jamás terminó
Que siempre se reinició
Y que nunca dejó de fascinar
Y el bosque respiró
La vida continuó
Y el tiempo siguió sin parar