Estimados poetas,
En este Día Internacional de la Paz, quiero tomar un momento para celebrar su invaluable contribución a la humanidad. La poesía tiene el poder de unir corazones y mentes, de alzar voces que claman por justicia y armonía en un mundo a menudo dividido.
Sus palabras son faros de esperanza, capaces de inspirar a generaciones y de sembrar semillas de cambio. En tiempos de conflicto y desasosiego, sus versos nos recuerdan la belleza de la vida y la importancia de la compasión. Cada poema es un acto de resistencia, una invitación a soñar con un mundo más justo y pacífico.
Hoy, mientras conmemoramos la paz, les animo a seguir escribiendo, a seguir soñando y a seguir compartiendo su arte. Que sus palabras sigan resonando y que su pasión por la paz nunca se apague.
Con gratitud y admiración,
Ellie.