Carrera por la vida
La maratón de la vida
La vida es un maratón, una carrera sin fin,
Donde cada paso cuenta, cada esfuerzo es clave.
No siempre es una pista lisa, a veces hay que subir,
Cuestas empinadas, obstáculos que vencer con voluntad inagotable.
En este maratón, no compites contra otros corredores,
Sino contra ti mismo, tus propios límites y temores.
Cada kilómetro recorrido, es una lección aprendida,
Un triunfo del espíritu, una medalla merecida.
Habrá momentos de fatiga, cuando las fuerzas flaqueen,
Cuando el aliento escasee y las piernas pesen.
Pero en esos instantes, recuerda tu meta final,
El propósito que te impulsa, tu estrella guía, tu ideal.
Así como el maratonista se hidrata en cada parada,
Tú también necesitas recargar tu alma cansada.
Busca apoyo en los seres queridos, en su amor y comprensión,
Ellos son tu fuente de energía, tu motivación.
Y cuando cruces la línea de meta, exhausto pero satisfecho,
Sabrás que cada gota de sudor, cada lágrima y esfuerzo,
Valieron la pena, pues te hicieron más fuerte y sabio,
Un vencedor en el maratón de la vida, un ejemplo para otros labios.
Porque este maratón no tiene una distancia definida,
Sino que dura tanto como dure tu propia vida.
Corre con pasión, con determinación y alegría,
Disfruta cada momento, cada etapa, cada día.
Y al final, cuando mires atrás y contemples el camino recorrido,
Sentirás orgullo por cada obstáculo superado, cada sueño conseguido.
Pues en este maratón, no importa la velocidad ni la posición,
Sino la entrega, el coraje y la perseverancia en tu corazón.
