Bajo el fulgor de la aurora
despierta la flor temprana,
con su aroma que desgrana
dulces notas seductoras.
Canta el río su romance
en su lecho de agua clara,
y entre juncos y retamas
se adormece el sol errante.
Brisa de miel y azahares,
luz de luna en los caminos,
bailan sombras y suspiros
en el vaivén de los mares.
Eterna en su luz dorada,
la tierra besa la espuma,
y en la arena se consuma
su caricia enamorada.
Oh rincón de sol y brisa,
joya de verdes montañas,
donde el alma se desgrana
en susurros de la brisa.