Tu pasion se poso en mi boca Como una suave caricia Que encendió mi alma loca Y despertó mi amor con delicia. Tus labios ardientes y dulces
Voy caminando en la luz que no se… esa claridad que nace desde adentr… como un río sereno que lleva el ci… y en cada paso, el alma se hace vi… La sombra pierde su voz ante el re…
Permítete pasar por el proceso de… a tu propio ritmo, sin prisas ni a… Deja que tus lágrimas fluyan como… que arrastre el dolor, dejando esp… No hay una fórmula, ni un tiempo e…
Te escribo desde el abismo de un s… desde un rincón donde la palabra t… y el alma se desgarra en su propia… No busco redención ni clemencia, solo quiero que esta hoja lleve mi…
Surcando el cielo, entre nubes ala… Anhelaba amor y paz mi corazón; Y he aquí que surgiste, entre las… Como un sueño que el cielo me otor… Entre tus ojos, un remanso hondo,
I. Cristo Redentor En la cumbre de piedra y sueño, con los brazos abiertos, abrazas al mundo entero. Guardian de la ciudad y del cielo,
No renuncies jamás a la poesía, ni al fulgor inmortal de la palabr… que en tus manos, con dulce melodí… teje luces que el tiempo nunca lab… Escribe siempre, aunque el eco en…
Borraré tu imagen de mi ser, Y tus palabras de mi oído, Para que el dolor ya no me hiera Y mi alma encuentre su latido. Aunque el camino sea duro
Despierta la alborada con tímida t… y el alba va pintando la bóveda de… los pétalos se abren, sin prisa y… mecidos por el viento de dulce com… En céfiro discreto susurra la llan…
En la cercanía de labios traviesos… se enciende la llama de un beso in… susurros que juegan con sueños con… latidos que tiemblan en alma impac… Aroma de frutas, sabor a cereza,
El aire, cuyo soplo fatigado despierta las almenas del rocío, se enreda en el letargo de un estí… que anhela su reflejo en lo callad… Los álamos, sin sombras ni pasado,
Con palabritas de a centavos, te digo que te amo, no soy un letrado, pero te amo. No tengo versos pulidos,
En un cajón lo guardé, mi queso, tan preciado y querido. Pero un día, al abrirlo, ¡oh sorpr… ¿Quién me lo ha robado, mi tesoro… Busqué por todos lados,
En verde soledad hallo sosiego, Lejos del vano afán y el desconsue… Aquí, bajo la bóveda del cielo, Mi alma encuentra paz, mi mente ri… Del bullicio mundano me despego,
En el rincón callado, donde el viento murmura, las hojas, como sueños, susurran su locura. El sol, un viejo amigo,