A Rosario Bersabé
En tus versos, Rosario, Sevilla florece,
como un río de tinta que nunca se va,
cada estrofa es un latido,
que del alma sale herido
y en la luna encuentra paz.
Tus palabras llevan viento, jazmín y azahar,
con el duende escondido en cada renglón,
bailan sueños imposibles,
y entre sombras invisibles
se hace eterno tu canción.
Rosario, en tu poesía late lo andaluz,
una historia que nace del ser y el sentir,
con la fuerza del camino,
y el brillo de tu destino
como estrella por venir.
Sevilla guarda en tus versos su luz y su voz,
con orgullo te nombra, poeta inmortal,
porque en cada palabra dicha,
tu esencia queda infinita,
como un canto universal.
