Aunque es mía la sonrisa, tú eres su sendero,
el faro que ilumina mi oscura soledad.
Eres eco en mis sueños, susurro verdadero,
la llama que me abraza con dulce claridad.
Si en mi boca florecen las rosas del deseo,
es porque tu mirada me llena de calor.
Eres río en mi pecho, su canto, su aleteo,
la chispa que en mi alma renueva su fervor.
Aunque es mía la sonrisa, tú eres su sustento,
el puerto donde anclaron mis ansias de vivir.
Eres mi primavera, mi vida, mi contento,
la razón infinita que nunca he de fingir.
Sonrío porque existes, tan cerca y tan mia,
porque en tus ojos veo mi verso y poesía.