Aunque lejos estés, aquí estoy, Con este amor que desborda mi ser, Seguiré amándote en la lejanía, Sin importar el tiempo ni el ayer. La distancia es un obstáculo cruel…
En tu esfera, donde estrellas bril… Llevo mi armonía, eco que resuena. Solitaria melodía, que afina El silencio que en tu mundo se anh… Notas que en mi alma han nacido,
Sospecho que te alejas sin retorno… llevándote mi risa y mi alegría, dejando en su lugar un gris entorn… y un eco de tristeza en lejanía. Te esfumas sin mirar mi cruel heri…
Camina descalzo sobre la tierra, siente su pulso bajo tus pies. Cada palabra
El poeta tiene la obligación, la exigencia de ser preciso, de afilar la palabra hasta que corte el aire y deje su cicatriz en el silencio.
En lo profundo de mi alma, Tu luz brilla con fulgor, Reinabas en mi ser, Eres mi paz, mi amor. Tu voz, suave melodía,
El mundo canta sin cesar, en la brisa que roza las hojas y en la luz que se filtra entre las ramas. La poesía se posa en los troncos rugosos, en la savia que asciende con paciencia de s...
Con tu chispa de fuego, se enciende toda una hoguera, ardiendo con gran anhelo, consumiendo cualquier barrera. Tu luz ilumina mi camino,
En lo profundo de mi ser, un terremoto emocional se desató. Cimientos que creía sólidos, de pronto se resquebrajaron. Miedos arraigados se evaporan,
Bebemos el néctar, del amor el vin… De nuestros corazones, hasta los l… Entonamos el canto, del amor la ca… Desde los labios rojos, hasta el s… El vino embriagante, nos alienta e…
La brisa susurra tu nombre, en el silencio de la noche fría, un eco vacío en mi alma, una herida que no cicatriza. Las calles que recorrimos juntos,
En sueños de amores que el tiempo… se pierden susurros de un eco leja… latidos dormidos en noches de arca… suspiros que vagan sin rumbo fijad… Amores callados de un mundo olvida…
El amor no conoce de fronteras, ni espera ser llamado por su nombr… No pide recompensa ni banderas, se enciende sin la luz de un astro… No vive de palabras ni de ruegos,
Brisas cantan en las sombras, sueños rotos, sin destino. Luz y niebla danzan juntas, tejiendo ecos de lo ido. Ríos surcan los latidos,
Placidez ofrece su beso celestial, cual don virginal, tierno y angeli… Encanta la existencia con su dulzu… trayendo bondad en estela segura. Su toque divino, suave y encantado…