Carlita de miel y flor, ojitos de agua sencilla, te mando mi gran amor, en un verso de vainilla. Carlita de terciopelo,
El asfalto se extiende como un río de sombras, cada línea blanca una frontera incierta, cada curva,
Bajo la sombra de un roble, contemplando el manso río, siento un placer en mi alma que me causa gran desvío. Lejos del mundano ruido,
Oh, radiante mujer, luz de la auro… de tus labios brota un canto de am… Tus ojos reflejan la estrella que… en lo más profundo del cielo y del… Eres la brisa que besa la rosa,
Del tiempo el ala, con veloz carre… Mis campos de alegría va talando, Y lo que ayer tan bello se mostrab… Hoy marchito y caduco se halla. En vano intento asir la fugaz hora…
Era un bello día en el puerto, donde el viento soplaba fuerte y c… Allí vi a un hombre con su lira, tocando al sol, mientras el mar su… Lira él tocaba con gran pasión,
Un vacío perforó mi alma herida, Con dolor arraigado, un peso helad… Porque no te he olvidado, ser quer… No encuentro paz, mi espíritu tort… Anhelo tu presencia que se ha esfu…
Blanca estrella, luz dorada, que en la noche da fulgor, venid presto, Rey de amor, a la tierra desolada. Entre pajas sois posado,
Nace del mutismo del mundo un péta… frágil, húmedo, efímero destello, retrato vivo del Creador, reflejo de la divina esencia, don precario… El viento roza su ser, leve y lige…
En el susurro lento de la aurora, donde el alba deshoja su resplando… una voz sin eco murmura historias, secretos bordados con hilo de amor… La brisa, anciana sabia de los cie…
No son flores: son llamas detenida… en los muros calientes del verano, hojas-papel que escriben con la ma… de la luz las palabras escondidas. Escalan las paredes más dormidas
En el valle verde y claro, donde fluye el manantial, cada flor es un portal, a un secreto milenario. El canto del canario,
Cumpleaños para Mirta Elena En este día claro y florecido, las musas te celebran con encanto, pues llevan en sus alas y su canto el arte que tu voz ha bendecido.
Cuatro siglos han pasado, y aún su historia es contada, de un hidalgo algo alocado, con su lanza y su jornada. Don Quijote, caballero,
Hay un instante, un quiebre en el cristal de los dí… donde la mente se desvanece para dejar espacio a lo que somos. Un eco nos llama desde adentro,