A la sombra del sauce2
En la ribera fría donde el río murmura
se alza el sauce augusto con su duelo sagrado,
sus ramas en el viento dibujan la amargura
de un lamento sin nombre por siglos resguardado.
No gime por razones, ni busca redención,
su canto es un suspiro que el tiempo no devora,
y en cada hoja verde descansa la emoción
de un misterio infinito que en su sombra atesora.
El río lo acaricia con dedos de cristal,
y el sauce se estremece en un sueño sereno,
mas guarda en su corteza el eco de un final
que lo vuelve inmortal en su verdor terreno.
Yo miro desde lejos su solemne quietud,
y en su callada pena mi espíritu se espeja,
pues soy, como su llanto, un susurro de la altitud,
y hallo en sus ramas mustias el alma que se aleja.
