#Cubanos #Habaneros #Mujeres #PremioCervantes #SigloXX #1953 #PoemasSinNombre
Tú, paz mía... Aceite sobre mi mar en remolino, gusto, sal de mi vida. Tú, espejo milagroso que no reflejas mis tinieblas
Señor, no des a mis cantos el tris… Déjalos que se pierdan o se quemen…
Sed tienes. Y ahora, aunque arrancáramos todos los ríos de su entraña y los allegáramos trémulos, palpitantes, a tu boca, tu sed seguiría flotando por encima de las aguas en tumulto, im...
Para mí, Señor, no es necesario e… Y lo único que realmente necesito…
¡Cómo se ha llenado de ti la soled… La soledad me huele a ti como si e… ¡Cómo está llena de ti la soledad,…
Era mi llama tan azul, que por muc… Después, la llama aquella quemó el…
Para que el niño de los ojos manso… arranqué del jardín mis rosas blan… Y mis rosas rojas... Para que juegue con sus hojas el niño de los ojos mansos
Si estás arriba..., ¿por qué no ba… Si estás abajo..., ¿por qué no sub… Si estás lejos..., ¿qué hacen los… Si estás cerca..., ¿qué hace mi co…
He de amoldarme a ti como el río a… He de correr en ti, he de cantar e… Fuera de ti ha de sobrarme el mund… Dentro de ti no ha de faltarme bla… Dentro de ti está todo; fuera de t…
Aunque parece sujeto por el tallo,…
Tú eres una ventana al mar: Venta… al mar cerrada... Tras tus hojas juntas está el mar a la luna blanco, gran… al sol poniente... Al alba, gris;…
En cada grano de arena hay un derr…
Es inútil querer dar un cauce a mi…
Te llevaste la lámpara, pero conmi…
Amado mío, dame la rosa de ayer o…