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Cua cua, cantaba la rana, cua cua, debajo del agua. Pasó una paloma:
El cielo es un espejo y la gaviota suelta su vela blanca desde la costa. Marinera del aire,
En primavera, nidos y flores. En el verano, lo aguaceros. En el otoño, las hojas secas. Los aguinaldos en el invierno.
Yo tengo un sombrero alón donde cabe un aguacero, y botas que reconocen los caminos del vaquero. ¡Qué bien te sabré domar,
Tiene la vaca bermeja un ternerito de nata. Se lo encontró en el corral un jueves por la mañana. Quiso llevarlo a pasear
Sobre el mar hay una barca, sobre la barca un barquero, sobre el barquero
Le doy al niño de Chile la nueva patria que tengo: limpia y olorosa a limpio, patria dispuesta a quererlo como me quiere ella a mí,
Aserrín Aserrán. Puñadito de violetas, limoncito verdemar, anillito de corales.
Siete relojes, siete semillas, siete pelotas y una sombrilla. Siete burbujas,
Cinta de arena para la nena. Gorro de sal para el coral. Y para el sol
De parte del aguacero que cubran con un paraguas al retoño del almendro. El coralillo rosado debe prestar atención:
Ahí viene la gata de María Ramos, que tira la piedra y esconde la mano. Tírale una
Escóndete, caracol: no asomes tus cuernos largos. Cuando salgas de paseo no saludes a los pájaros, ni con otro caracol
¡Limón, limón! Limón agrio, limón criollo, limón dulce, limón chino,
¿Has visto a la mariposa danzando sobre el rosal para saludar la rosa...? ¿O los vuelos del zunzún alrededor de las flores