#Cubanos #Matanceros #Mujeres #ParaNiños #SigloXX
Torito camagüeyano y de la sabana rey, he venido de muy lejos queriéndote conocer. Debajo del algarrobo
Ahí viene la gata de María Ramos, que tira la piedra y esconde la mano. Tírale una
Escóndete, caracol: no asomes tus cuernos largos. Cuando salgas de paseo no saludes a los pájaros, ni con otro caracol
Al mediodía, cristal el agua, cristal las hojas, cristal el día. Cristal, cristales,
¡Jey, vaya, toro, con el arreo! Los toros toros, sus cuernos cuernos, en el camino
Zapatero de mi pueblo: usa clavitos de plata en el par de botas nuevas que quiero para mañana. Han de ser de cuero rojo,
En el río San Juan vive un pececito que aprende a nadar. Sobre el Yumirí —iris diminuto—
De parte del aguacero que cubran con un paraguas al retoño del almendro. El coralillo rosado debe prestar atención:
La garcita campesina polainas de tierra y alitas de harina. Pañuelo al viento se ve la garza.
Caperucita Roja, juega conmigo: yo seré un día lunes y tú domingo. Juega conmigo:
En un caracol rosado de la playa de Girón sobre el nácar hay grabado: “¡Cada cubano un soldado; cada soldado un león!”
Tiene la vaca bermeja un ternerito de nata. Se lo encontró en el corral un jueves por la mañana. Quiso llevarlo a pasear
Naranja sobre limón, sobre limones el agua: agua fértil de represa, agua de la nube blanca. Finas espigas de arroz,
—Venga, venga, salamandra: ¡abra la puerta, saque la gata, busque la escoba, limpie la casa!
En su casa de hojas despierta el pájaro porque, anunciado el día, se entona el gallo. Canta seguido,