Salve, amiga primorosa
de lindo talle gentil:
tu boca es de seda y rosa,
tu frente es níveo marfil!
Tu imaginación brillante
ha visto en un sueño azul
una Bagdad deslumbrante,
y un esplendente Estambul.
¡Quién fuera la fantasía
de esta blanca niña bella,
cuya pupila, es la estrella
que nace al morir el día!
Es tuyo mi corazón:
hay en él ruidos de espuma,
y maravillas de bruma
y prodigios de ilusión....
El es amoroso y triste,
y dentro tengo escondido
¡lo mucho que te he querido,
lo poco que me quisiste...!