Christian Sanz Gomez

Palabras para Clara

«Perdona tus crímenes, perdona también tus virtudes, / esas faltas menores a medio camino de lo correcto» Young

«El hombre es su propia estrella; y el alma que puede
hacer un hombre perfecto y honesto
domina toda luz, toda influencia, todo hado;
nada le ocurre pronto o demasiado tarde.
Nuestros actos son nuestros ángeles, para bien o para mal,
sombras fatales que nos acompañan en silencio» Emerson

No seas solitaria, no seas perezosa,
es necesario que acabes la tarea aunque no estás obligada a terminarla,
no pidas excusas ante el amor sin medida
(la razón tiene corazonadas que el corazón no entiende),
sé fiel a Sefarad,
escribe cartas que siempre lleguen a destino,
oye los arpegios de las arboledas,
degusta la luz en la panza de una nube como espuma de café,
pon diademas a la albada
y cangrejos peludos a los de la casta moral hipócrita,
no seas fanática ni somnolienta,
quiere a tus papás y reza a las inmensas Señoras de la Noche,
corteja la alta música de las estrellas,
y que muchas cremas y besos doren tu piel.
 
Pequeña sobrinita mía con deditos como guisantes,
con piel como de pimiento,
de finos tobillos igual a tierna pulpa de mujer,
tu alma está uncida a un destino.
Amuralla tu alma poderosa frente a los ejércitos enemigos,
trenza de rosas la mansión de tu alma,
cuida tu pequeña, brillante, temblorosa alma,
y que tu alma llena de valor cuide entonces tu camino.
**********
Vivirás tiempos bajos, decadentes, llenos
de analfabetos y gentes sin educación.
De gentuza casposa y zafia.
Juega con las flores de la yerba
y quita grilletes a las celdas.
El dulce embeleso del fuego te convenza
y no el culo de mandril de tus nunca semejantes.
Te tocará vivir un tiempo obscuro,
de masas aborregándose con el telefonino y el divertissement,
tiempo de bárbaros con sus mazas.
Aléjate de la plebe.
No seas igual a todos.
No desperdicies tu vida con memeces.
Desprecia a los demás
y mucho ámate a ti misma.
¿Cómo no ser igual?
Compón hexámetros griegos con letra pausada,
crea un pensamiento luminoso regalo de la vida
y un sentimiento como alado carro por el pecho.
No seas mezquina, vulgar, o miserable,
eso ofende a los dioses.
En los vientos hallarás rubíes, no los desprecies.
En el bronce hallarás ramas verdes,
no las desperdicies.
 
Tengo ganas de hablarte del borroso tema de la vida,
de las fábulas del tiempo,
de tierras silenciosas y de la enérgica soledad.
Espérame sobrinilla mía, oxoniense calor de sonrisas.
Tu tío locuelo muda inexorable a puro espíritu.
Pero tú eres mi materia, tus labios son mi materia,
materia como un reino sin frío,
materia como un átomo junto a mi corazón.
 
Espérame.

Bajo la bóveda de la Capilla Sixtina siéntete renacer.

La sociedad nobiliaria, las costumbres de antecámara, el imperio de la representación, la elegante domesticidad aristocrática, son tu destino, sino de vestidos y porte, sí en cambio de espíritu.

El mundo es un boceto mal realizado y la gente no es noble ni buena. Que tu vajilla no sea de estaño ni de madera, sino de porcelana fina. Come pasteles de fantasías historiadas vienesas. No vayas nunca a piscinas públicas. No te tiñas. Adora los pájaros y deplora la prensa deportiva. No vayas en metro ni autobús. Hazte caquitas al oír a Mario Vaquerizo. Sé antimoderna. Escupe al trap. Ten en el amor una figura ideal pero sopesa las grandezas de tus propios soliloquios.

Te espero en unos años en Nogueira. Te hablaré de tu nona, te ayudaré en los deberes, nos encaprichará la luz de pinos y eucaliptos. Tu alegría animal niega de raíz que el camino de Tebas empiece con la muerte.

Tu sonrisa es una cascada de agua helada que refresca en el duro infierno.

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