Christian Sanz Gomez

Habla el viejo Jenófanes

Me conocéis –mal– como viejo oligarca,
pero otorgo a Atenas la democracia.
Invisibles, inobservados, otros oligarcas disfrazados
como vosotros se repartirán la hacienda.
Nuevos oligarcas como vosotros esquilmaréis la riqueza
y la Polis será lugar predilecto para el mal y el latrocinio.
 
Permitidme os deje. Vuelvo a cultivar mis camelias en mi villa,
a mi silencio sin respuestas,
a mi razón que quieta divaga,
a embriagarme con el bálsamo de la acacia,
a tamborilear paciente mis dedos
sobre las hojas del tulipero y el imperialis.
Nada os debo; al cabo, mi riqueza
es de estudio, azar y cuna,
y sobre los guijos de esa playa
no he de tender mis ojos,
y demagogos y demócratas, en mi orbe,
menos reales que patanes orientales alquimistas.
 
Uno sabio vale más que diez mil ignorantes.
Id, si os gusta, a sentaros en el último y desgastado escalón.
 
El agua que bebe el lobo, las cabras que rompen
la escarcha, la cocina con su escoba y paños,
el sol que resquebraja los labios,
el álamo confiado a las aguas,
la Luna que da el último ímpetu al jabalí herido,
el sonido gomoso del búho,
los rebaños de vellón blanco y esponjoso,
el empapado cielo, o el romper en relinchos de las yeguas,
para entenderlos, vivirlos o poseerlos,
debéis osar pronunciar la palabra,
traerla en la canasta de vuestros hijos,
moverla en céreas tempestades.
Esa palabra es “sabiduría”;
palabra que absolutamente niega
la desligada palabra (jinete loco) “democracia”.
 
Solo el sabio vive en una esfera sin muros
y su único vasallaje es la eternidad.
 
Porque toda democracia conspira contra el gusto,
y a mi edad es impío ser lacayo de la opinión y no del mérito...
Porque el prodigio, el portento, descree del voto y la asamblea.
 
Si deseáis amurallad un alma poderosa frente a ejércitos enemigos,
llenad de conocimiento el camino.
 
Menos con el voto, donde todo error es posible.

(i)1. “La peor forma de desigualdad es tratar de hacer que las cosas desiguales sean iguales.” Aristóteles.

2. “Las Polis degeneraran en democracias y las democracias degeneran en despotismos.” Aristóteles.

3. “Esta y no otra es la raíz de donde surge el tirano; cuando él aparece como un protector.” Platón

4. “El verdadero destructor de las libertades del pueblo, es aquél que le reparte regalos, donaciones y beneficios.” Plutarco.

5. “Nosotros ahorcamos a los pequeños ladrones y a los grandes les apuntamos a las oficinas públicas.” Esopo.

6. “Aquellos que tienen la virtud siempre en sus bocas, y son negligentes al practicarla, son como un arpa, que emite un sonido agradable para otros, mientras que sí misma es insensible a la música.” Diógenes

7. “El gobernante absoluto puede llegar a ser un Nerón, pero también puede ser un Tito o un Marco Aurelio; el pueblo frecuentemente es Nerón, pero nunca Marco Aurelio.” Antoine de Rivarol.

8. “¡La libertad del pueblo no es mi libertad!” Max Stirner.

9. “Una democracia pura no tiene cura para los males de la facción. Alguna pasión o interés común será sentido por una mayoría, y no se necesitará revisar los incentivos para sacrificar el bando más débil. Es por ello, que las democracias siempre han sido incompatibles con la seguridad personal o los derechos de propiedad; y han tenido, en general, vidas tan cortas como violentas sus muertes.” James Madison.

10. “El mal del que está impregnada la democracia es la tiranía de la mayoría, o más bien de aquél partido no siempre mayoritario, que triunfa por la fuerza o el fraude al momento de las elecciones.” Lord Acton.

11. “Ahora, haz que siete millones quinientas mil personas voten para declarar que dos y dos son cinco, que la línea recta es el camino más largo, y que el todo es menor que la parte; haz que sea declarado por ocho millones, por diez millones, por cien millones de votos, no habrás avanzado ni un paso. Bien, ahora serás sorprendido. Hay axiomas en probidad, en honestidad, en justicia, así como hay axiomas en geometría; y las verdades de la moral no están más a merced del voto que las verdades del álgebra. La noción del bien y del mal no puede ser resuelta por el sufragio universal. No depende de una urna electoral el hacer falso lo verdadero e injusto lo justo. La conciencia humana no puede ser sometida al voto.” Víctor Hugo.

12. “La voz de la mayoría no es prueba de justicia.” Friedrich Schiller.

13. “La democracia es maligna, la democracia es muerte.” Charles Maurras.

14. “La democracia es un dispositivo para asegurar que no seamos gobernados mejor de lo que nos merecemos.” George Bernard Shaw.

15. “La democracia sustituye la elección de los muchos incompetentes por el dictado de los pocos corruptos.” George Bernard Shaw.

16. “Yo no creo en la sabiduría colectiva de la ignorancia individual.” Thomas Carlyle

17. “Las mayorías numéricas no necesariamente están inclinadas a la preservación de las libertades civiles; la demanda por derechos (y privilegios) siempre surgió de minorías selectas.” Erik von Kuehnelt-Leddihn.

18. “Democracia significa la oportunidad de ser el esclavo de todos.” Karl Kraus.

19. “Democracia es el arte de administrar el circo desde la jaula de los monos.” H.L Mencken.

20. “Bajo democracia, un partido siempre dedica sus principales energías a intentar probar que el otro partido no está preparado para gobernar – ambos comúnmente lo logran, y están en lo correcto.” H.L Mencken.

21. “El sufragio, esa farsa de las papeletas entradas en una urna de cristal, tenía la virtud de decirnos en cada instante si Dios existía o no existía, si la verdad era la verdad o no era la verdad, si la Patria debía permanecer o si era mejor que, en un momento, se suicidase.” José Antonio Primo de Rivera.

22. “La democracia no tiene nada que ver con la libertad. La democracia es una variable suave de comunismo, y raramente en la historia de las ideas ha sido tomada de manera diferente.” Hans-Herman Hoppe.

23. “La tiranía por lo usual se templa con asesinato, y la democracia debe ser templada con cultura. En ausencia de esto, se convierte en una representación de la locura colectiva.” John Stuart Mackenzie.

(ii) La democracia se ha convertido en un tabú, o último fetiche del que toda crítica o amonestación parece herejía, crasa inmoralidad. Pero lo que no se dice es que los Estados modernos han invadido la intimidad individual hasta cotas patológicas e inaguantables. Que sus poderes, y ello sí es una buena democracia, ya no están solo limitados por la Constitución y las costumbres. Hoy el gobierno lo puedo hacer todo so pretexto de que es mayoritario, por lo que de facto vivimos en democracias totalitarias. Asimismo la Ley ha perdido su sentido noble y primigenio, y no es más que una regla cambiante destinada a servir intereses particulares...!en nombre de la justicia social Pero la justicia social no existe sino en forma de ventajas particulares, observable en la generosidad de los legisladores hacia ciertos grupos. Hoy en día un gobierno no es más que una institución de beneficencia al servicio del chantaje hacia ciertos grupos. Con la distribución de esos beneficios compra "partidarios". Por lo que el gobierno esquilma la riqueza económica común en función de aquello que le permite conservar la mayoría política. Los políticos, en las democracias de ahora, no representan el interés general. Simplemente distribuyen favores en el mercado de la opinión pública. La democracia, su manera coetánea, es inmoral, injusta, totalitaria. La gente vive drogada, como dependiente de las regalías del Estado. Los recurso para la riqueza e malbaratan irracionalmente, y los habitantes de esas democracias son corazones lacayunos e insulsos.

No. No soy demócrata. Así no.

(iii)Mientras no consigamos que los hombres sean ángeles, o príncipes de la virtud y donantes universales de sus riquezas, yo me conformo con que lo mejor que podemos hacer para agradarnos y querernos los unos a los otros es parecernos a los franceses y ingleses que frecuentaban el salón de Madame du Deffand. Ese día creeré en la democracia.

Hoy estuve toda la mañana en el bar. Ignorando el ingenio más refinado abundaban las bromas sexuales de un sermo decinctus entre hombres rudos, así como el análisis político más grosero. Dedicar el tiempo hábil al estudio, a un saber en mitad de un otiun studiosum o bien en pleno otium cum dignitate, eso deseo. Hubiera convenido a los parroquianos la definición del sermo erudito que leemos en Macrobio: concentus in dissonis, in unum conspiratio, y quitar de sus mientes palabras gruesas y romas sentencias.

Creeré en España o la democracia cuando ir al bar en este bajo siglo xxi fuera o fuese como acudir a un salón de Madame du Deffand o Madame de Sévigné en el siglo xviii. Ah esta Edad de Piedra Electrónica, esta Edad Media Tecnológica, estos Bares (democracias) Orangutanescos...

(iv) El voto puede ser un deber cívico, es un derecho político y debe ser un bien intelectual. Una democracia que solo reparte participación política y no bienes culturales, no exige excelencia intelectual ni dimana una moral generosa, es limitada. Una democracia votada por brutos o hooligans es desgraciada, sumamente perfectible. Unas elecciones libres con un pueblo ignorante de su conveniencia e intereses es pasto de la corrupción y la ineficacia. Un gobierno no sometido a la soberanía popular ilustrada es filfa, alfalfa, decadencia.

¿Por qué no cualificar el voto?¿Por qué no exigir, no que voten los preparados, sino que nos preparemos para votar? El problema se distribuye u oscila entre una mala deliberación en las cabezas de demócratas y gobernantes deliberando con cabezas catetas. Mejor (diría) una epistocracia que una democracia analfabeta. Si las mentes de las mayorías populares son pedregosas morcillas mandriles, grasas negras las cortes por donde las cortes, con esforzados razonamientos que no superan los de un niño de once años, si en estas Pompeyas urbanas solo se oye el tam-tam o el reguetón y nunca Händel, si uno mira por dentro al español medio y solo ve un truculento páramo yermo y dentro de su cráneo un embutido rancio (la molicie de una pelota de salchichón) y no un cerebro discurriendo, si vadear las ideas de los demócratas prototípicos es como cruzar un río de pegamento, si todo nutriente es la papiroflexia esquizoide de la tubería intestinal catódica deyectando sus cacas previsibles (o los invencibles As y Marca, o las revistas del corazón, o las filigranas sintácticas y gramaticales de las redes sociales), si usted percibe que en la obra de sus coetáneos hormiguean ominosos errores y nunca chispean rasgos de inteligencia e invención, si la mayoría casi equivale (y entiéndase la metáfora que sigue) al engrudo de morralla borderline de grafólogos, quiromantes, practicantes del Reiki, chifladuras de la Era de Acuario, portentosas imbecilidades de ovnis y embajadas galácticas, clarividentes de hojas del té, echadores del Tarot, médiums risibles y perturbadas, astrólogos bujarrones, brujas con su bola de colorines, quemaduras con forma de huevo en un campo por parte de una supuesta nave espacial, infames horóscopos, vacunas con nanochips al mandato de Bill Gates, conspiraciones judías de magnates de la prensa o cercanos apocalipsis de los Testigos de Jehová, parques temáticos mormones o ancianos en chándal desplazándose en patinete por las calles, si la verdad, la razón y la ciencia o la lógica están perpetuamente en el exilio, ¿usted pondría en manos de ese "pueblo" el destino de sus hijos?

"Philosophi enim est, id quod dicit, dicere cum ratione". Que la última palabra quede necesariamente reservada a la razón, y no a un emponzoñado y lerdo salvajismo de hooligans democráticos. Que elijan los más capacitados para así lograr que los electos sean los mejores y también los más capaces, me parece una solución (epistocrática o noocrática) racional. Una democracia fundada en el conocimiento y no en "Sálvame".

Otras obras de Christian Sanz Gomez...



Arriba