“Noli foras ire, in te ipsum redi.
In interiore homine habitat veritas”
San Agustín
Ningún asalto al banco podrá robarme mis riquezas, porque son soledad, fosforescente locura e inteligencia. Manteneos juntos unos con otros, calientes como cerdos en su corte. Pobres de espíritu.
Me gusta que mi vida tenga una amplia psicosis, como un hongo de Laponia afiebrado y visionario. El ganso salvaje es más bello y más rápido que el domesticado; mi locura tiene salvajes ramas y pensamientos opulentos.
Mi locura -vano insistir- cae desde cornisas marinas a salas donde gira el pelícano. Un claroscuro con rumor de fruto, de tufo a lagar hondo, de orquestal y escamoso calabozo.
En esa soledad el mundo ya no descansa sobre principios, sino, y al igual que en la infancia, en inmaduros fragmentos. Fragmentos suavemente cosidos a la niebla.
Vivo en la Dalmacia obscura de mi locura con absoluta pachorra. Oigo voces de obreros construyendo la muralla de Jericó, a una niña rubia cuentacuentos, una especie de misas en latín arcaico, retazos aislados de versos surrealistas...Prefiero mi fatal vesania a la cinemática común, al correr mecánico zangolotino, marsupial, mandril de la radio y la televisión. Meros seres inconcretos con una psique inconcreta resumida en píldoras pegajosas inconcretas.
Admito que mi locura, mis alucinaciones, son como un polvillo de ideas enzarzado a cardos algo molestos, pero al menos disfruto sobremanera de su dimensión-y experiencia- estética. Sus palabras aleatorias no están preñadas de vacío, nunca siguen escrupulosamente las reglas del juego de la vulgaridad, remodelan y educan en la rareza, nunca en el tópico de maloliente axila sudada. ¡Viva mi locura! Si hubiera que asignar un género a la vida de un escritor literario, tendría que ser la tragicomedia de mis visiones.
La vida interior es como una casa encantada. Casi un mayal aventando el grano, o el polvo brillante sobre la puerta del galpón. ¿Und die welt?
Je crois en la croissance
Je trime puis je dépense
Je dépense et puis je trime
Sans savoir à quoi ça rime.