Carlos Agujac

Acuestate tarde

Agujac

No parare de adorar a la luna, desde su magia inquebrantable hasta su tierna fiereza, un hombre sencillo con ego muy alto adora a la luna, desde su pálida voz hasta sus 500 años de tormenta, un hombre sencillo pero orgulloso adora a la luna, desde sus ojos marrones claros hasta sus cabellos de nube, un hombre sencillo pero con alma borrosa adora a la luna.

En el intenso blandir del corazón

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Carlos Agujac...



Arriba