#Argentinos #PremioCervantes #SigloXX #1976 #LaMonedaDeHierro
Torne en mi boca el verso castella… a decir lo que siempre está dicien… desde el latín de Séneca: el horre… dictamen de que todo es del gusano… Torne a cantar la pálida ceniza,
Traiga cuentos la guitarra de cuando el fierro brillaba, cuentos de truco y de taba, de cuadreras y de copas, cuentos de la Costa Brava
De un lugar del reino de Francia trajeron los cristales y la piedra para construir en la isla de Manha… estos cóncavos claustros. No son apócrifos.
Defiéndeme, Señor. (El vocativo no implica a Nadie. Es sólo una p… de este ejercicio que el desgano l… y que en la tarde del temor escrib… Defiéndeme de mí. Ya lo dijeron
A un compadrito le canto que era el patrón y el ornato de las casas menos santas del barrio de Triunvirato. Atildado en el vestir
Lo recuerdo (yo no tengo derecho a pronunciar ese verbo sagrado, sólo un hombre en la tierra tuvo derecho y ese hombre ha muerto) con una oscura pasionaria en la mano, viéndola como nad...
He nacido en otra ciudad que tambi… Recuerdo el ruido de los hierros d… Recuerdo los jazmines y el aljibe,… Recuerdo una divisa rosada que hab… Recuerdo la resolana y la siesta.
La llanura que espera desde el principio. Más allá de los últimos durazneros, junto a las aguas, un gran caballo blanco de ojos dormidos parece llenar la mañana. El cuello arqueado, com...
A Nietzsche le desagradaba que se hablara parejamente de Goethe y de Schiller. Y podríamos decir que es igualmente irrespetuoso hablar del espacio y del tiempo, ya que podemos presc...
Aquí la vasta enciclopedia de Bro… aquí los muchos y cargados volúmen… aquí la devoción de Alemania, aquí los neoplatónicos y los agnós… aquí el primer Adán y Adán de Bre…
Libre de la memoria y de la espera… ilimitado, abstracto, casi futuro, el muerto no es un muerto: es la m… Como el Dios de los místicos, de Quien deben negarse todos los p…
La noche nos impone su tarea mágica, destejer el universo, las ramificaciones infinitas de efectos y de causas que se pier… en ese vértigo sin fondo, el tiemp…
El claro azar o las secretas leyes que rigen este sueño, mi destino, quieren, oh necesaria y dulce patr… que no sin gloria y sin oprobio ab… ciento cincuenta laboriosos años
Bajo la piedra yace el cuerpo de… Que fundó en estas islas el primer… De la estirpe de Odín Y sació el hambre de las águilas.
Carl Sandburg—acaso el primer poeta de Norteamérica y sin duda el más norteamericano—nació en Galesburg, estado de Illinois, el 6 de enero de 1878. Su padre era un herrero sueco, August...