Es hora ya de levantar el vuelo,
Corazón, dócil ave migratoria.
Se ha terminado tu presente historia,
Y otra escribe sus trazos por el cielo.
No hay tiempo de sentir el desconsuelo;
Sigue la vida, urgente y transitoria.
Muda la meta de tu trayectoria,
Y rasga del mañana el hondo velo.
Si el sentimiento, más desobediente,
Se niega al natural imperativo,
Álzate tú, versátil y valiente.
Tu oficio es cotidiano y decisivo:
Mientras alumbre el sol, serás ardiente;
Mientras dure la vida, estarás vivo.