No dudes, hermosa Elvira,
que eres mi bien, mi tesoro,
que te idolatro y adoro;
...porque es la pura mentira.
¡Ah! lo que estoy padeciendo
no puede ser ponderado,
pues de puro enamorado,
paso las noches... durmiendo.
Y si tu mirar me avisa
que te ofende mi ternura,
tanto mi dolor me apura
que me echo a morir de... risa.