(1913)
#EscritoresMexicanos 1913 25 Marzo de
¡Hasta sus perfumes duran más que… Ved aquí los frascos, que apenas u… y que reconstruyen para mí la huel… sutíl que en la casa dejó... Herméticamente encerrada,
¡Bendita seas, Francia, porque me… En tu París inmenso y cordial, en… para mi cuerpo abrigo, para mi alm… para mis ideales el ambiente mejor ...¡y, además, una dulce francesa…
Perdóname, Ideal, para que pueda irme en paz al venir mi última hor… Es tan dulce el perdón: ¡prerrogat… de los Dioses! Perdóname, Inmorta… “El que todo lo sabe lo perdona
¿Adónde fuiste, Amor; adónde fuis… Se extinguió del poniente el manso… y tú que me decías: «hasta luego, volveré por la noche»... ¡no volvi… ¿En qué zarzas tu pie divino heris…
«Espíritu que naufraga en medio de un torbellino, porque manda mi destino que lo que no quiero haga; »frente al empuje brutal
Mi amada se fue a la Muerte, partió al Misterio mi amada; se fue una tarde de invierno; iba pálida, muy pálida. Ella que, por su color,
Al oír tu dulce acento me subyuga la emoción, y en un mudo arrobamiento se arrodilla el pensamiento y palpita el corazón...
¡No te amaré! Muriera de sonrojos antes bien, yo que fui cantar mald… de blancas hostias y de nimbos roj… yo que sólo he alentado los antojo… de un connubio inmortal con lo inf…
Yo soñé con un beso, con un beso p… en la lívida boca del Señor solita… que desgarra sus carnes sobre el t… en el nicho más íntimo del vetusto… Cuando invaden las sombras el tran…
Para calmar a veces un poco el sob… el invencible anhelo de volverte a… me imagino que viajas por un país… de donde es muy difícil, ¡muy difí… Así mi desconsuelo, tan hondo, se…
Yo no nací para reír, en vano el sol baña con sus oros mi cabeza… Soy gentilhombre del dolor humano y envuelto voy al insondable arcan… en el manto imperial de mi tristez…
¡Con ella, todo; sin ella, nada! Para qué viajes, cielos, paisajes, ¡Qué importan soles en la jornada! Qué más me da
Por esta selva tan espesa, donde nunca el sol penetró, buscando voy una princesa que se me perdió. Entre los árboles copudos,
—Como renuevos cuyos aliños un cierzo helado destruye en flor así cayeron los héroes niños ante las balas del invasor. —Fugaz como un sueño, el plazo
Crepitan ya las velas en la ría; tú ¿por qué no te embarcas, alma m… —Porque Dios no lo quiere todavía… —Mira: piadosamente las estrellas nos envían sus trémulas centellas.…