(1913)
#Mexicanos #SigloXIX #SigloXX 1913 25 Marzo de
quote|Now I must sleep ... BYRON To die, to sleep... to sleep... perchance to dreame. HAMLET, III, IV
Hay tanto amor en mi alma que no q… ni el rincón más estrecho para el… ¿Dónde quieres que ponga los renco… que tus vilezas engendrar podrían? Impasible no soy: todo lo siento,
Señor, entre la sombra voy sin tin… la fe de mis mayores ya no vierte su apacible fulgor en mi camino: ¡mi espíritu está triste hasta la… Busco en vano una estrella que me…
¡Oh muerte, en otros días, que rec… sin emoción profunda, te tenía yo… En medio de la noche, incapaz de d… clamaba congojado: “Yo tengo que m… ¡Yo tengo que morir irremisiblemen…
Un hilo de agua que cae de una llave imperfecta; un hilo de agua, manso y diáfano, que gorjea toda la noche y todas las noches cerca de mi alcoba; que canta a mi soledad y en ella me ac...
¿Adónde fuiste, Amor; adónde fuis… Se extinguió del poniente el manso… y tú que me decías: «hasta luego, volveré por la noche»... ¡no volvi… ¿En qué zarzas tu pie divino heris…
Sol espledente de primavera, a cuyo beso, fresca y lozana, la flor se yergue, la mariposa viola el capullo, la yema estalla; sol espledente de primavera:
¡Bendita seas, Francia, porque me… En tu París inmenso y cordial, en… para mi cuerpo abrigo, para mi alm… para mis ideales el ambiente mejor ...¡y, además, una dulce francesa…
Yo canto al cielo porque mis linfa… hacen que fructifiquen las savias;… los sotos y las lomas por mí tiene… Nadie me mira, nadie; más mi corri… se regocija luego que viene primav…
¡De qué sirve al triste la filosof… Kant o Schopenhauer o Nietzche o… ¡Metafisiqueos! En tanto, Ana mía, te me has muerto, y yo no sé todav…
Hasta muriéndote me hiciste bien, porque la pena de aquel edén incomparable que se perdió, trocando en ruego mi vieja rima, llevó mis ímpetus hacia la cima,
¿Y por qué no ha de ser verdad el… ¿Qué trabajo le cuesta al Dios qu… el tul fosfóreo de las nebulosas y que traza las tenues pinceladas de luz de los cometas incansables
Bien ves, si me estás mirando, que desde que te perdí, mi vida se va pasando piadosamente pensando en ti;
Por esta selva tan espesa, donde nunca el sol penetró, buscando voy una princesa que se me perdió. Entre los árboles copudos,
La santidad de la muerte llenó de paz tu semblante, y yo no puedo ya verte de mi memoria delante, sino en el sosiego inerte