#EscritoresMexicanos
¡Qué despiadados son en su callar los muertos! Con razón todo mutismo trágico y glacial, todo silencio sin apelación
Cristo dijo que allí donde nos reuniésemos en su nombre, estaría Él en medio de nosotros. No es, pues, extraño que aquella noche misteriosa en que hablábamos de Él con unción cordial, d...
Santa florecita, celestial renuevo… que hiciste mi alma una primavera, y cuyo perfume para siempre llevo: ¿Cuándo en mi camino te hallaré de… —¡Cuándo Dios lo quiera, cuando D…
quote|Donc, bonsoir, mignon, et à… (Palabras que Ana me dejó escrita… noche en que tuvimos que separarno… ¡Buenas noches, mi amor, y hasta m… Hasta mañana, sí, cuando amanezca,
La ardilla corre. La ardilla vuela. La ardilla salta como locuela. —Mamá, la ardilla
Yo no nací para reír, en vano el sol baña con sus oros mi cabeza… Soy gentilhombre del dolor humano y envuelto voy al insondable arcan… en el manto imperial de mi tristez…
Hasta muriéndote me hiciste bien, porque la pena de aquel edén incomparable que se perdió, trocando en ruego mi vieja rima, llevó mis ímpetus hacia la cima,
El mal, que en sus recursos es pro… jamás en vil parodia tuvo empachos… Mefistófeles es un cristo oblicuo que lleva retorcidos los mostachos… Y tú, que eres unciosa como un rue…
¿Por qué permaneciste siempre sord… ¡Dios sabe cuántas veces, con amor… te busqué en las tinieblas, sin po… Hoy —¡por fin!—te recobro: todo, p… cierto...
¡Con ella, todo; sin ella, nada! Para qué viajes, cielos, paisajes, ¡Qué importan soles en la jornada! Qué más me da
¡Bienaventurados, los dignificados por la dignidad glacial de la muer… los invulnerables ya para los had… una y misma cosa ya con el Dios fu…
El paraíso existe; pero no es un lugar (cual la creen… común pretende) tras el hosco y tr… bregar del mundo; el paraíso exist… pero es sólo un estado de concienc…
Yo canto al cielo porque mis linfa… hacen que fructifiquen las savias;… los sotos y las lomas por mí tiene… Nadie me mira, nadie; más mi corri… se regocija luego que viene primav…
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendi… porque nunca me diste ni esperanza… ni trabajos injustos, ni pena inme… porque veo al final de mi rudo cam… que yo fui el arquitecto de mi pro…
Este concurso de células, unánimes en su intento misterioso de que dure la intensa vida en mi cuerpo; esos miles de millones