Tierra de nuestro amor: ¡Dios te… Que en tu glorioso porvenir risueñ… nunca te falten ni voz amiga ni hilos de luz en que tejer un su… Que fecundes tus campos sin fatiga…

Tengo en mi huerta una rosa primorosa, rosa de pitiminí; y oye chiquilla preciosa, una cosa,

Tersa, alegre, blanca y fina… en apariencia es igual la nieve a la sal marina. Dime tú, Nieves divina, si eres nieve o eres sal.

He de pedir en la Audiencia para todo malhechor, que lo condenen a ausencia que no hay castigo mayor

Quisiera ser el aire que amoroso se mezcla en tus suspiros y en tu… quisiera ser la luz de tu aposento… de todas tus miradas codicioso. Quisiera ser el eco misterioso

Era un jardín sonriente; era una tranquila fuente de cristal; era, a su borde asomada, una rosa inmaculada

Nos hacemos ilusiones… de separarnos tú y yo, y hay un hilito invisible que nos amarra a los dos. Tienes una boca

No sé como no florecen las tejas de tu tejao, estando tú ebajo de eyas, primaverita de Mayo

Te beso, y como el agua de la roca hago saltar ternuras de tu boca me pides una rima, ya está hecha, es no más que tu nombre y una flec… Vuelve a soñar, soñador,

Dime, «¿por qué es ese llanto?» «Por una ilusión perdida, por una reciente herida, por un nuevo desencanto...» «Pues no llores más... y olvida»

Dos vereítas iguales: ¡cuár de las dos cogeré! si cojo la de mi gusto mi perdisión ha de sé

No pases más por mi casa, que la gente es muy chismosa; yo no paso por la tuya, y estoy allí a todas horas.

Se elige un tema, que brotó en la… al soplo de una historia conocida, como la sangre roja de una herida o como el agua clara de la fuente. Se infunde luego, con amor conscie…

La acción, en Andalucía Sevilla, calle Alminar. Salita fresca y sombría; menaje de buen pasar; hora, la del mediodía.

Al hombre yo lo comparo con un barquito de vela, y a la mujer con el aire, que a donde quiere lo lleva.