A Enrique Molina
#Argentinos #Mujeres #SigloXX #Suicidio
Debajo de un árbol, frente a la casa, veíase una mesa y sentados a ella, la muerte y la niña tomaban el té. Una muñeca estaba sentada entre ellas, indeciblemente hermosa, y la muerte y ...
Llamé, llamé como la náufraga dich… a las olas verdugas que conocen el verdadero nombre de la muerte. He llamado al viento,
y qué es lo que vas a decir voy a decir solamente algo y qué es lo que vas a hacer voy a ocultarme en el lenguaje y por qué
De aquí partió en la negra noche y su cuerpo hubo de morar en este… en donde sollozos, pasos peligroso… de quien no viene, pero hay su pre… amarrada a este lecho en donde sol…
Desnudo soñado una noche solar. He yacido días animales. El viento y la lluvia me borraron como a un fuego, como a un poema escrito en un muro.
Debajo de mi vestido ardía un camp… como los niños de la medianoche. El soplo de la luz en mis huesos c… tierra. Palabra o presencia seguid… triste como sí misma, hermosa como…
una flor no lejos de la noche mi cuerpo mudo se abre a la delicada urgencia del rocío
Hay que salvar al viento los pájaros queman el viento en los cabellos de la mujer solita… que regresa de la naturaleza y teje tormentos
La sangre quiere sentarse. Le han robado su razón de amor. Ausencia desnuda. Me deliro, me desplumo. ¿Qué diría el mundo si Dios
Se fuga la isla. Y la muchacha vuelve a escalar el… y a descubrir la muerte del pájaro… Ahora es el fuego sometido.
Los ausentes soplan grismente y la… La noche tiene el color de los pár… Huyo toda la noche, encauzo la per… canto para mis males, pájaros negr… Grito mentalmente, me confino, me…
He dado el salto de mí al alba. He dejado mi cuerpo junto a la luz y he cantado la tristeza de lo que… Estas son las versiones que nos pr… un agujero, una pared que tiembla.…
Mañana me vestirán con cenizas al alba, me llenarán la boca de flores. Aprenderé a dormir en la memoria de un muro,
Señor La jaula se ha vuelto pájaro y se ha volado y mi corazón está loco porque aúlla a la muerte
Yo no sé de la infancia más que un miedo luminoso y una mano que me arrastra a mi otra orilla. Mi infancia y su perfume