Allí donde nuestros pies
No tocan el suelo
Donde nuestras manos
Alcanzan las nubes
Los deseos transpiran
Trémulos entre las aguas
Nuestros cuerpos agitados
Son selvas de deseos contenidos
Toneles llenos de furor
Ardiendo en nuestro sol de madrugada
Ahora el rocío es arroyo volcánico
Sonriente en éxtasis liberado
Dos almas en estado pleno
Descansan complacidas
Fusionadas danzan al ritmo
Del tambor de sus latidos