#EscritoresChilenos
La mujer que yo más quiero en la sangre tiene hiel, me deja sin su plumaje sabiendo que va a llover, sabiendo que va a llover.
Anoto en mi triste diario: «Restaurán El Tordo Azul». Allí conocí a un gandul de profesión ferroviario. Me jura por el rosario
Miren cómo nos hablan de libertad cuando de ella nos privan en realidad. Miren cómo pregonan
En Arauco una muchacha muy curiosa y sin sentido mató al padre y a la madre por irse con su ser querido. Esta chiquilla diabla
Por este joven que baila me castigo en un convento y la niña que se vaya al séptimo regimiento. Para qué le digo más.
Es aquí y no es aquí, la casa palacio real, la señora fulanita es lo que vengo a buscar sí, ay, ay, ay, es lo que vengo a…
Yo también quiero casarme como todas las demás, pero varón a mi gusto yo no he podido encontrar. Mejor será, señores,
El lunes por la mañana saliendo a pasear Ines me encontré con la inhumana y dije postrado a sus pies: Señorita, si me admite
Atención, mozos solteros, lo que les voy a explicar: no porque tengan dinero digan “me quiero casar”. No digan “voy a gozar”
Que vivan los estudiantes Jardín de nuestra alegría Son aves que no se asustan De animal ni policía. Y no le asustan las balas
En la prisión de la ansiedad medita un astro en alta voz, gime y se agita como león como queriéndose escapar. ¿De dónde viene su corcel
Amada prenda querida que has sido mal pagadora, tanto como te quería te tenía en la memoria. Te tenía en la memoria
Son tus ojos los que busco No los encuentro; Son tus labios los que quiero Ver sonreír Pero ellos me son tan ingratos
¿Por qué será, Dios del cielo, que no se resigna el alma cuando nos cambian la calma por olas de desconsuelo? Tal vez sea por orgullo
Miren como corre el agua, batallando por la arena, así batalla mi amor cuando le ponen cadenas. Ingrato desconocido,