Ser viejo
Hoy desperté con el peso del tiempo,
sin velas al viento ni prisa en los pies.
No es que la vida me cuente los años,
es que en la noche soñé con mi ayer.
En aguas profundas vi mi reflejo,
un rostro esculpido por horas de más.
Corriente que sigue, que nunca se queda,
Heráclito ríe y me deja pasar.
Ser viejo me libra de tanta batalla,
de amores marchitos, de arduo sembrar.
Ya no me inquieta la dura faena,
me basta el sustento que el mundo me da.
Dormiré en laureles sin culpa ni pena,
mirando el futuro cambiar de disfraz.
Porque en sus rostros de gloria y de sombra,
el tiempo, de nuevo, vuelve a empezar.
Préféré par...
