Loading...
Emiliano A. Castillo

Poemas infantiles de cocineros

 
 
Cocineros de la luna
 
Juan y Lulú, dos pequeños cocineros,
decidieron cocinar un postre sincero.
—¡Hagamos un flan con trocitos de estrella!
—¡Y un pastel que parezca la luna más bella!
 
Con leche de nube y azúcar del cielo,
batiendo con rayos de un sol caramelos,
pusieron la mezcla en un horno espacial,
y el dulce flotó... ¡era muy especial!
 
Ahora en la luna, si miras con tino,
verás que hay huellas de un postre divino.
 
 
 
El chef despistado
 
Panchito quería aprender a cocinar,
pero su mente no paraba de jugar.
Quiso hacer sopa y echó confites,
quiso hornear pan y usó barrilites.
 
Hizo una pizza con dulce de leche,
luego un pastel de zanahorias con peces.
Su abuela, al verlo, no pudo aguantar
y riendo le dijo:—¡Eso no hay que mezclar!
 
Pero Panchito, con su inspiración,
abrió un restaurante sin preocupación.
Su plato estrella es muy singular...
¡helado caliente con gusto a lunar!
 
 
 
La ensalada encantada
 
En casa de Anita hicieron un plato
con ingredientes de lo más raros:
hojas de trébol y un poco de sol,
rodajas de risa y gotas de amor.
 
Al darle un mordisco pasó algo asombroso:
¡todos flotaban como mariposas!
La abuela giraba, papá hizo un trompo,
el perro aplaudía saltando de asombro.
 
Desde aquel día, en casa de Anita,
cocinan la magia con mucha alegría.

Other works by Emiliano A. Castillo...



Top